El zodíaco (zoo-diaco: ronda de animales) es la franja celeste en la cual se mueven los nueve planetas del sistema solar, la Luna y, por supuesto, el Sol, que siempre recorre la línea media zodiacal (eclíptica).
El porqué de esto se debe a que, en la propia estructura astronómica del sistema solar, los planetas realizan sus revoluciones en torno al Sol en órbitas más o menos inclinadas respecto al eje de rotación solar, pero dentro de unos límites o de cierta franja.
Es decir, los planos orbitales de los planetas del sistema solar (y el de la Luna) no coinciden unos con otros, pero se separan poco dentro de una franja no muy ancha (figura 25).
Por tanto, desde el punto de vista geocéntrico, nosotros observamos moverse a los planetas, la Luna y el Sol dentro de una banda, también limitada, denominada zodíaco.
Solo Plutón sobrepasa en ocasiones los 8’5º al norte o al sur de la eclíptica, debido a que su órbita es excepcionalmente inclinada, pudiendo llegar hasta los 12º tanto al norte como al sur.