No muchas personas creen que su calendario o cálculo del tiempo forman su imagen del mundo.
Mientras que nosotros tomamos por hecho que el calendario y la creencia en Dios da origen a una imagen del mundo y la falta de creencia en Dios a otra.
CALENDARIOS: el hecho de que un calendario con esta función sea acoplado al año astronómico, es decir, físico o material, apenas es una ocasión, ya que una filosofía y actitud de vida materia-lista es acoplada a las transacciones económicas y también al calendario astronómico.
En cambio, cuando empezamos a seguir un calendario basado en el año sagrado de 360 días, abriremos otra vez los ojos ante la realidad espiritual y divina, mientras el calendario Gregoriano basado en el año solar atará aún más los que lo sigan con una actitud materialista de la vida.
Breve sobre los calendarios del pueblo Maya
El antiguo pueblo Maya tenía muchos calendarios diferentes y aún hoy día sus llamados calculadores de los días usan unos veinte calendarios diferentes para seguir el curso del tiempo. De muchas maneras, estos calendarios reflejan que la noción del tiempo y la imagen del mundo del pueblo Maya en un punto de vista considerable era diferente comparado con las que tenemos nosotros hoy día.
Aunque el pueblo Maya tenía calendarios que se basaban en procesos astronómicos como por ejemplo el calendario Haab, un calendario para el año solar de la tierra que estaba compuesto de 365 días o los calendarios de Venus y de Marte que tenían 584 respectiva 780 días, apenas será de tales calendarios basados en lo físico que las personas de hoy día tengan algo importante que aprender.
Los calendarios que actualmente son para nosotros los más importantes a adoptar son sobre todo los que se basaban en el llamado tun, el período de 360 días, y tzolkin, un cálculo de 260 días que el pueblo Maya usa en forma ininterrumpida desde hace 2500 años. Estos calendarios son interesantes porque no se basan en ningún ciclo del universo material. El período de 360 días se llamaba por el pueblo Maya el año profético y ha sido considerado un año sagrado por muchos otros de los pueblos antiguos.
Era a principios de cada nuevo tun que los sacerdotes del pueblo Maya se reunían y hacían profecías sobre el futuro. El cálculo tzolkin de 260 días se suele llamar también el calendario sagrado y, ya que es el eje alrededor de que todos los otros calendarios giran, nunca ha sido reformado ni cambiado conscientemente por los calculadores de los días.
La conciencia es lo primordial en el universo y todo lo material que existe es solo un reflejo de esto. Por eso se puede entender que por ejemplo el año solar de 365,24 días que se usa en el calendario Gregoriano de hoy o el mes de 29,53 días, que ambos reflejan ciclos en cuerpos materiales, son ciclos secundarios que no pueden usarse para entender el desarrollo de la conciencia o para presentar profecías basadas en el plan divino.
El desarrollo de la conciencia y el plan divino se describen, en cambio, en distintos niveles de ciclos creadores que se sirven del tun, el año de 360 días, como base. Las pirámides del pueblo Maya construidas en nueve niveles jerárquicos reflejan nueve diferentes dimensiones de la conciencia que cada una es creada por un ciclo creador especial de 13 x 20n tunes.
Todos estos ciclos creadores, que consisten en siete pulsos de luz alternando con seis períodos iguales de largo de oscuridad, serán realizadas el día 28 de octubre del año 2011.
Carl Johan Calleman
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