CONCLUSIONES
– Muy distinto a la perspectiva geocéntrica es lo que sucede desde la perspectiva de un observador situado en Marte (o en general, en cualquier otro astro que no sea la Tierra o el sol): no se observa regularidad ni simetría alguna en las trayectorias ¡excepto en la trayectoria terrestre!… que tiene la idéntica estructura en forma de flor de la trayectoria de Marte (o del planeta que sea) de la figura 1, con sus epiciclos. La trayectoria de los planetas distintos a la Tierra se vuelve completamente irregular y caótica.
– La conjetura de sir Fred Hoyle es incorrecta, pues del sistema de planetas T, P1, P2, …, Pn, es evidente que la tierra T ocupa una posición única y extraordinaria. Si colocamos un planeta Pi en el centro del sistema planetario sólo son intercambiables los movimientos de Pi ↔T, pero desde Pi los otros planetas muestran movimientos muy irregulares.